Deporte inclusivo, deporte para todos

24 de octubre de 2018

La consolidación del deporte adaptado es ya una realidad en nuestro país. El palmarés paralímpico de nuestros deportistas, la práctica generalizada del deporte adaptado de manera amateur y profesional y la sensibilización de la sociedad y los medios de comunicación, lo sitúan en un nivel de solvencia y madurez muy alto. Prácticamente conseguido este objetivo, no debemos quedarnos ahí. Nuestro siguiente paso: el deporte inclusivo.

A día de hoy, prácticamente todos los deportes tienen su homónimo adaptado. La probada eficacia del deporte adaptado para las personas con diversidad funcional, no solo para la mejora de su estado físico, sino también psicológico, ha supuesto que tanto la administración, como las instituciones públicas y privadas, las familias y los propios interesados, apostaran por él. Gracias a esa motivación y apoyo, el deporte adaptado es hoy una realidad al alcance de todo aquel que quiera practicarlo, siendo el A-ball, Fútbol en silla la última modalidad en unirse a la gran familia del deporte adaptado.

¿Es lo mismo deporte adaptado y deporte inclusivo?

El deporte adaptado es aquel que se ha modificado o adaptado para que las personas con diversidad funcional o condiciones especiales de salud puedan practicarlo. El deporte inclusivo es aquel que permite la práctica conjunta de personas con y sin diversidad funcional, adaptándose a la capacidad de los deportistas y ajustando las reglas y el material en el caso de que fuera necesario.

La apuesta por el deporte inclusivo responde sobre todo a las necesidades de los niños con diversidad funcional y que recoge uno de los puntos del “Manifiesto por el deporte Inclusivo” de la CEDI (Cátedra Fundación Sanitas de Estudios sobre Deporte Inclusivo), principal órgano de promoción, fomento, investigación y difusión de este tipo de deporte:

“Todas las personas con discapacidad tienen derecho a educación física, la práctica deportiva, la salud, el bienestar físico y mental, la integración, el ocio y las posibilidades profesionales que ofrece el deporte”.

¿Quién puede practicar deporte inclusivo?

El objetivo principal del deporte inclusivo es fomentar el intercambio y la socialización entre personas con y sin diversidad funcional. Es por ello que puede ser practicado de manera indiferente por ambos. Es el caso del rugby inclusivo, un proyecto que está llevando a cabo Down España con el apoyo de CEDI. “Unión por el Rugby Inclusivo” tiene como objetivo reunir a clubes de rugby de toda España que apuestan por incluir a niños con Síndrome de Down en sus equipos.

Otros deportes que siguen su ejemplo y son susceptibles de la práctica inclusiva son el tenis, el baloncesto, el atletismo, el bádminton, y también el fútbol, gracias al A-ball, Fútbol en silla. Un deporte que permite reunir a aficionados al fútbol con y sin diversidad funcional y jugar un partido prácticamente de la misma forma que se juega en el deporte original.

Son muchos los beneficios del deporte inclusivo: posibilita la integración y la normalización, fomenta la capacidad de relación, crea actitudes de colaboración y trabajo en equipo, ayuda a la socialización. Es por ello que desde AFAE apoyamos y fomentamos el deporte inclusivo. Para que en un futuro no lejano, niños con y sin diversidad funcional, puedan practicar su deporte favorito juntos.